MISIÓN PARROQUIAL

DECLARACIÓN

Encontrar a Cristo • Crecer como discípulos • Compartir el Evangelio

ENCONTRAR:

Cuando Jesús quiso edificar su iglesia, tuvo que comenzar por establecer el grupo de discípulos, entre los cuales elegiría al apóstol. Mientras que un discípulo es un seguidor, un apóstol es aquel que lleva la misión a los demás. El modelo familiar a través del cual Jesús llamó a los primeros discípulos capta el valor de un encuentro con Él. Ven y sígueme. Estas son las palabras a las que todo discípulo de Cristo debe responder para comenzar una relación íntima con Dios. Ante todo, debemos encontrar a Cristo. Debemos estar decididos a seguirlo. En la piedad católica de hoy, este encuentro se manifiesta en nuestra relación con la Santísima Eucaristía y la celebración de los sacramentos. En San Lorenzo, nos enorgullecemos de nuestra DEVOCIÓN a la Santísima Eucaristía y a la celebración de los sacramentos, porque estos nos ofrecen la oportunidad de encontrar el rostro amoroso de Cristo y recibir la gracia salvadora y la misericordia de Dios. En la Adoración Eucarística, en la celebración reverente de la Misa y en las confesiones, nuestra fe cobra vida porque encontramos a Jesús, el que sufrió, murió y resucitó por nosotros.

CRECER:

Al igual que la persona humana, la Iglesia es también una entidad orgánica, sujeta a la lógica del desarrollo y del crecimiento. Nuestro encuentro inicial y continuo con Cristo debe estimular en nosotros tanto el deseo como los medios para crecer como discípulos suyos. Este crecimiento se sustenta en una sólida FORMACIÓN intelectual y espiritual de nuestra fe. La riqueza de nuestra fe católica es un tesoro que aún se encuentra escondido y desconocido para muchos. Ser discípulos fieles es crecer en el conocimiento de Aquel que nos llama. La parroquia de San Lorenzo ofrece muchas oportunidades para que crezcamos como discípulos. Nuestras sesiones de formación en la fe son excelentes ya que cubren una amplia variedad de temas que van desde la espiritualidad, la doctrina, la apologética y la moralidad. Aquí hacemos un esfuerzo consciente para ayudar y apoyar el crecimiento espiritual de cada persona en todas las dimensiones y etapas de la vida humana.

COMPARTIR:

Antes de que Jesús regresara al Padre a través de la Ascensión, Su llamado final a Sus seguidores fue ir al mundo y predicar las buenas nuevas. El mandato de la Iglesia está definido y dirigido por la tarea y la misión de llevar a Cristo a todos. Reconocemos que las crecientes fuerzas de la secularización y la intensificación de la indiferencia religiosa hacen que esta tarea sea más difícil hoy que en tiempos pasados. Pero también retomamos fuerza y consuelo del testimonio de la comunidad cristiana primitiva, cuya identidad se basaba en el amor mutuo. En San Lorenzo, buscamos construir comunidad invitando a cada uno a involucrarse en los diferentes ministerios de la parroquia. Creemos que nuestra PARTICIPACIÓN en la vida parroquial es una forma práctica por la cual podemos compartir nuestros dones con los demás por el bien del Evangelio. Nos damos cuenta de que el amor y la amistad genuinos se pueden fortalecer si nos unimos para juntos edificar el reino de Dios aquí en la tierra.

A través de la devoción, la formación y la participación, encontramos la plenitud de estar vivos porque nos ayudan a Encontrar a Cristo, Crecer como Discípulos y Compartir el Evangelio.

Oración Parroquial de San Lorenzo

Líder: Nuestra ayuda es en el nombre del Señor

Todos: Que hizo el cielo y la tierra.

Líder: Señor, escucha nuestra oración.

Todos: ¡Y llegue a ti nuestro clamor!

Líder: Oremos:

Todos: Padre celestial, alabamos y bendecimos tu santo nombre. A través de tu hijo, Jesucristo, nos llamas a compartir tu vida divina. Bendice a nuestra familia parroquial y ayúdanos a dar la bienvenida a todos los que vienen aquí. Que, a través de nuestra devoción a la Santísima Eucaristía, busquemos tu rostro y experimentemos siempre tu presencia amorosa en nuestras vidas. Danos la gracia de conocerte y amarte sobre todas las cosas y de servir a todos aquellos que encontramos con humildad y paciencia. A través de la intercesión de María, nuestra Santísima Madre y el ejemplo de San Lorenzo, nuestro patrono, inspíranos a llevar tu misericordia y esperanza a todos. Que nos comprometamos diariamente a Encontrar a Cristo, Crecer como Discípulos y Compartir el Evangelio.

Por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, que es Dios por los siglos de los siglos. Amén.